Fue inaugurado en 1862 con un aparato de 6º orden de luz blanca que utilizaba una lámpara de aceite de oliva, sustituida posteriormente por una de parafina y petróleo que funciono hasta la electrificación en 1917. Posteriormente se añadiría un destellador que daría la nueva apariencia de tres ocultaciones cada 15’ desde 1949. En 1945 se instaló una sirena antiniebla. Actualmente su utilidad es nula; se habla que se va utilizar para una instalación hotelera.
En el lugar donde se asienta el faro, denominado la Atalaya, existió un antiguo fuerte defensivo entre los siglos XVI y XVIII que tenía a su cargo la defensa de la villa, muy codiciada por franceses e ingleses. Es precisamente al pie de la Atalaya donde surgen los primeros núcleos de pescadores de Luarca en el barrio del Cambaral y en las estribaciones de La Carril.
Por el siglo X los hombres del gremio de mareantes se reunían en los alrededores del actual faro y se encendían fuegos para orientar las embarcaciones. Hacia el siglo XIV ya hay noticias de la ermita de Atalaya en la que los marineros pagaban una luz que se encendía en el campanario y hacía las veces de faro hasta 1850 en que el Estado levantó uno de aceite en una torre circular.